La universidad china I

Todavia ni he salido de Madrid y ya estoy flipando con los chinos. Tienen un sistema de matricula totalmente distinto al los que he visto por España. Aquí nos matriculamos por sorteo de letra, con cita previa o con un "tonto el último" y ninguno de ellos termina de gustar: o consigues todo lo que querías ya que la suerte ha estado de tu parte ya que eres de los primeros o te toca jugar al fantástico rompecabezas de encajar tu horario con los sobras que nadie ha querido: horarios imposibles con asignaturas raras y los profesores que nadie ha querido. Y eso sin hablar de los problemas técnicos que se plantean cuando todos los alumnos de la UPM luchan por matricularse a la vez...


El sistema taiwanes es mucho más justo y más relajado para el alumno. La idea es que en vez de matricularte de una asignatura, quitando plaza a otros, tu haces una lista de deseos, como la de Papa Noel. En ella pones que eres un niño bueno y las asignaturas que quieres que te traigan, con un orden de preferencia. Al cabo de unos días se cierra el sistema y Papa Noel asigna las plazas en las asignaturas por orden de prioridad de cada uno, asegurando un reparto equitativo de las asignaturas.

Mi lista de regalos

¿Y que pasa si el gordo tacaño no me ha traido lo que queria? Pues por suerte están los Reyes Magos, a los que puedes volver a pedir asignaturas (nuevas o la que no te trajeron) o quitarte de alguna anterior. Después de esta segunda ronda ya se cierra el sistema y te quedas con lo que ha tocado, aunque hay un par de semanas al comienzo de las clases donde puedes dejarte o añadirte a alguna asignatura un poco según van viniendo los cambios de última hora.

El sistema además se asegura de que no te pases del límite ni se te solapen asignaturas. La única parte mala es que solo hay un horario por asignatura y cuesta cuadrar las cosas, pero por lo demás me ha encantado y he conseguido todas las asignaturas que quería!

Mi horario para este semestre

Ah! y tienen dibujos muy cucos en la aplicación!

Estos chinos...

再见！